Roma

camino amor
CRECIMIENTO PERSONAL / EMOCIONES / Reflexiones

Roma

Ayer quedé con una amiga para dar forma a un proyecto que tenemos entre manos. La charla nos llevó por rumbos de auto observación porque, según mi experiencia, toda situación incómoda tiene que ver con lo interno. Así que nos adentramos suavemente por rutas intrincadas y éstas nos empujaron a la inercia inconsciente de tapar lo que duele. Los años invertidos en aplicar el método de cubrir todo aquello que afecta la aparente calma nos dejaban al desnudo cuando nos vimos incapacitadas para confrontar los miedos que fabricaba nuestra mente. Resonaban en mi cabeza escapa, párate, escapa, párate, el juego de palabras se transformó en fuego que me dieron la posibilidad de quemar la idea de ser una víctima de las circunstancias.

Fue muy emocionante acompañarla y verme en el mi propio recorrido. La escena me mostraba ahogándome en una piscina que no tenía más de medio metro de agua. No pude más que sentirme agradecida por el reencuentro conmigo a través del encuentro con ella. Me viví atravesada por una pasión que se expresaba en cada poro de mi piel poniéndome el vello de punta.

– Es tan emocionante ver como al final todos los eventos nos llevan a un movimiento interno, comenté con los ojos empañados.

– Siempre tenemos dos opciones asumirlo o no asumirlo, continué.

– Todos los caminos llevan a Roma, dijo haciendo garabatos con sus dedos sobre la mesa. Y levantando la mirada que había mantenido absorta mientras elucubraba comentó: Roma es el anagrama de Amor, todos los caminos llevan al amor.

– Así es, así es amiga mía, susurré.

Nos quedamos mirando al sol que atravesaba los árboles y nuestro silencio se conectó con la sinfonía que los pájaros cantaban a la vida.

Leave your thought here

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *