Mas allá
24/05/2021 2021-05-24 12:23Mas allá
Anoche recibí un mensaje en que una persona me decía que no quería vivir más. Esto tuvo tal impacto en mí que experimenté un corte de digestión.
No podía digerir que alguien no apreciara su vida y que me pusiera delante esta cuestión. No logré ignorarla porque ya estaba haciendo eco en mí en forma de puño en la boca del estómago.
Tardé en dormirme, mientras busqué la manera de no pensar al respecto, pero me era complicado, así que apoye la cabeza en al almohada y me dediqué a respirar.
Por la mañana me desperté con una pregunta en la cabeza ¿Qué es vivir?
No podía ser simplemente respirar, alimentarnos, relacionarnos, trabajar, ser felices de a ratos (si nos lo permitimos)…
Me cuestioné también si realmente estoy apreciando yo mi vida, si la asumo o la dejo para más tarde. ¿Lucha, esfuerzo, desánimo, queja, malabarismo económico, desencuentro amoroso, son los argumentos que nos sostienen en este camino de sacrificio?
Este mensaje me buscó a mí y yo a él, nos encontramos en la encrucijada en la que todo cobró un sentido espasmódico. Ahí estaba yo viviendo el cimbronazo emocional que suponía replantearme el sentido profundo de mi vida. De alguna manera, en algún punto dentro de mí, resonó la información con la creencia de que “hay que sufrir para ser feliz”.
¡Qué alivio me supuso encontrarme con esto!
Sufrir es no poder encajar mis expectativas con lo que sucede, sufrir es permitir que el miedo se instale en mi corazón, sufrir es no escucharme, no atenderme, ignorarme, sufrir es depositar en manos de otros mi destino. En definitiva sufrir es creer que la felicidad son momentos cuando en realidad es simplemente estar vivo.