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Cuento chino

CUENTO CHINO
CRECIMIENTO PERSONAL / EMOCIONES / Reflexiones / RELACIONES INTERPERSONALES / RELATOS DE VIDA

Cuento chino

El relato comenzó en un momento en el que, muy lejano a la revolución industrial, el mundo pedía a gritos un giro de ciento ochenta grados (aunque muchos pensaban que así estábamos perfectamente). No podía comenzar de otra manera que de forma desconcertante y se extendió por todos lados como una onda expansiva. El impacto fue potente, si bien muchos sabían que estaban escuchando un relato se lo creyeron y se dedicaron a convencer a otros de los peligros que corrían si no tomaban precauciones.

El argumento se transformó en hechos cuando las víctimas se volvieron números y estos se convirtieron en datos que pululaban en bocas de todos cual teléfono descompuesto. Se desbocaron las cifras y con ellas las especulaciones, las teorías y los enfrentamientos.

El cuento chino encendió la mecha y detonó las estrategias que dejaron al descubierto las alianzas y los intereses que acechaban a la salud. Cual buitres esperando la carroña las farmacéuticas emprendieron una carrera encarnizada por convertirse en los héroes que salvarían a la humanidad de  sí mismos. Así como el perro se muerde la cola porque cree que tiene que defenderse de su sombra unos se volvieron en contra de otros, apuntando con el dedo a aquellos que alertaban de que esto no era más que una buena campaña de marketing con un objetivo claro.

El estado de alarma entró en un pulso de censura contra lo obvio y el sentido común. La histeria colectiva se instaló en cada rincón del planeta por cable y en color. El argumento era una combinación entre reality show y película de ciencia ficción. Las estadísticas dejaron de ser datos fiables y quedaron en evidencia las fuentes informativas que se reforzaron con la contradicción.

La historia se fue oscureciendo a medida que, lo que aparentaba algo anecdótico, se fue volviendo una trampa de la que parecía imposible escapar. Había funcionado la estrategia bien orquestada porque nos autoconfinamos a pesar de estar siendo dirigidos por comités inexistentes y con pésimos resultados.

El juego del despiste funcionaba a la perfección, la gente se dividió, el pueblo se desmoralizó, algunas empresas hasta rentabilizaron el drama (porque a rio revuelto ganancia de pescadores) y la incertidumbre se instaló para hacernos creer que hay que esperar a la salvación que vendrá embotellada en pequeñas dosis para que podamos continuar con nuestra tan ansiada vida normal.

Tal vez este solo sea un paréntesis en nuestra historia, algo que muchos olvidarán como otras que han sucedido. Pero yo tengo la obligación moral de ponerlo por escrito, porque me nace ser rebelde y cuestionar lo que no me encaja. Ya he sido sumisa muchos años de mi vida como para saber que quedarme callada no es una solución. Con sembrar auto-preguntas me alcanza. Yo recojo satisfacción cuando me expreso porque compartir es parte de mi naturaleza. Pero realmente me siento plena cuando me doy la oportunidad de ser consciente gracias al cuento que me cuentan para darme cuenta del cuento que me cuento.

¿Qué cuento te cuentas tu?

Comments (4)

  1. Cynthia

    Real como la vida misma… c?mo me suena este cuento chino! Lo peor es cuando no nos damos cuenta ni del cuento que nos contamos e ah? la necesidad de creernos todo lo que nos cuentan. Grande Mariana, como siempre! Gracias!!!

    1. Mariana Barrios

      Muchas gracias Cynthia por tu reflexión. Totalmente de acuerdo. Un abrazo

  2. estrella

    las ?ltimas dos frases es como…..solo se que no se nada .buen?simo

    1. Mariana Barrios

      Gracias Estrella, un abrazo

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